Una quinta parte de la población mexicana reporta haber tenido al menos una necesidad de salud en un año; de esa cifra el 88% buscó atención médica y la recibió el 87%; pero del total, únicamente 12 % utilizaron servicios preventivos y 48% buscaron atención ya en fases agudas, revela la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut).
Ante esta situación, el doctor Luis Fernando Hernández Lezama, presidente del Comité Técnico de la asociación Soy Paciente, advirtió que el mexicano promedio necesita mejorar su educación y hábitos que beneficien su salud en el mediano y largo plazos, y es imperativo fomentar la cultura de la medicina preventiva ya que ésta resulta mucho más barata y eficaz que tratar los padecimientos en las fases avanzadas o terminales. Para alcanzar dichos objetivos, se requiere la regulación de los servicios médicos para que mejoren en presencia y calidad, además de un adecuado control en los costos de atención y en los medicamentos para mejorar su accesibilidad, como lo marca la ley.
Entre las causas señaladas por los encuestados para no buscar atención, se identificó que las dos principales fueron la percepción de poca gravedad o el costo que tienen los servicios de salud así como el tiempo que se requiere para lograr la atención en los servicios públicos, así como los costos económicos en los privados: 63% considera que no era algo tan grave y 13% no acude debido a falta de tiempo y recursos. Ello revela que la población tiene prioridades más inmediatas que la salud y podría estar relacionado con la disponibilidad y accesibilidad de los servicios de salud.
“Se puede decir que las personas no van al médico hasta que es prácticamente inevitable y muchas veces es por el gasto que ello implica. Sin embargo, hay que estar conscientes que ignorar alguna enfermedad o dolencia puede tener consecuencias importantes si no se atienden o se detectan a tiempo”, señaló Hernández Lezama.
Si bien las causas mencionadas son las que ocupan los primeros sitios, no son las únicas, pues otros factores también influyeron para no buscar atención a la salud. Durante 2021, según revela la Ensanut, el tercer motivo para no acudir a los servicios médicos fue la posibilidad de contraer Covid-19, un riesgo latente que ha disminuido en los últimos meses, aunque no desaparece.
“Si al costo de la salud y la escasez de servicios médicos de calidad le sumamos el riesgo de contagio de alguna enfermedad, como recientemente vivimos con la Covid-19, tenemos una fórmula que conduce hacia situaciones como la automedicación, el uso de remedios caseros o no certificados, apoyados en una intensa publicidad y promoción y la desestimación de afecciones potencialmente graves o incluso mortales”, alertó el facultativo.
El directivo de Soy Paciente aseguró que uno de los grandes pendientes que tienen las organizaciones e instituciones es fomentar la cultura de prevención, que incluya desde una buena alimentación, actividad física regular y revisiones médicas periódicas; y, por otro lado, las autoridades deben regular a los servicios de salud para que estén al alcance de la población y de sus bolsillos.