De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de las diversas acciones de mejora en el acceso a los mosquiteros tratados con insecticida y a los medicamentos para ayudar a prevenir el paludismo (malaria) en niños pequeños y mujeres embarazadas, el número de personas que se infectan de esta enfermedad es mayor.
En un comunicado, la organización detalló que, durante 2022, se registraron 249 millones de casos de paludismo en todo el mundo, esto es 16 millones más del nivel previo a la pandemia, con 233 millones.
La OMS destaca que la respuesta mundial al paludismo se enfrenta a “un número creciente de amenazas, como la resistencia a los medicamentos y a los insecticidas, las crisis humanitarias, las limitaciones de recursos, los efectos del cambio climático y los retrasos en la ejecución de los programas, sobre todo en los países donde la carga de la enfermedad es elevada”.
Según precisa la OMS, el Informe mundial sobre el paludismo de 2023 detalla sobre el vínculo entre el cambio climático y esta enfermedad, toda vez que los cambios de la temperatura, humedad y precipitaciones pueden condicionar el comportamiento y la capacidad de supervivencia del mosquito anófeles, portador del paludismo. Además, los desplazamientos poblacionales inducidos por el clima también pueden incrementar el paludismo, ya que provoca migraciones de personas sin inmunidad hacia zonas endémicas.
“La información sobre el impacto a largo plazo del cambio climático en la transmisión del paludismo es escasa” revela la OMS, y precisa que las acciones y registro de los casos sobre la enfermedad podría variar dependiendo de los sistemas sociales y ecológicos, tanto dentro de cada país como en su relación con el resto.
De acuerdo con la OMS, la lucha contra el paludismo necesita “contar con más recursos, un compromiso político más fuerte, estrategias basadas en datos y herramientas innovadoras, centradas en el desarrollo de productos más eficientes, eficaces y asequibles.”
En México, de acuerdo con cifras del año 2022, del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) de la Secretaría de Salud, del 2018 a entonces disminuyeron en un 69.8 % el número de casos de paludismo, al pasar de 803 en 2018, a 242 en 2021.
A ese ritmo, el Cenaprece señaló que México es uno de los siete países del continente americano que podría lograr interrumpir la transmisión autóctona en su territorio para 2025, y la certificación en 2028.