- “Crucial consolidar un sistema de salud integrado, universal, gratuito y sostenible”.
En el actual contexto donde 6 de cada 10 mexicanos movilizan recursos financieros propios para atender su salud en el sistema privado, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) sostiene que es imperativo el acceso a un servicio universal de salud gratuito.
Según detalla el INSP, la salud es un valor central que deviene de un derecho fundamental y universal del ser humano, que, además es crucial para el bienestar y prosperidad de las y los ciudadanos, aunque el estado del sistema de salud en México representa múltiples desafíos, entre ellos y quizá el más complejo, resalta, es la gratuidad y universalidad de acceso al servicio público.
“La gratuidad de los servicios de salud no es sólo una postura o una recomendación política, sino una obligación moral y social, indispensable para abordar la desigualdad social y económica, mejorar la salud pública y fomentar una sociedad robusta y productiva. Representa un pilar en la construcción de una sociedad más justa y equitativa”, revela el INSP.
En una nota, señala que las familias mexicanas gastan por acceder a curar algún malestar, “la abrumante mayoría de estas necesidades son de índole aguda, problemas que se resuelven en una consulta y, a menudo, con medicamentos. Esto implica que el panorama actual del acceso a la atención médica en México revela el gasto de bolsillo como una condición para resolver las necesidades de salud”.
Por ejemplo, detalla que algunas de las enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, hipertensión o dislipidemia, las cuales son de alta prevalencia en nuestro país, requieren un gasto anual de 8 mil 300 pesos, y que el 52 % de los ciudadanos que presentaron alguna de esas enfermedades desembolsaron de su cartera para la atención de su salud, esto basado en los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022, por lo que “presentar comorbilidades y no tener seguridad social son dos de los predictores más importantes para incurrir en un gasto más alto”, detalló.
Igualmente revela que aquellos ciudadanos que requieren atención más especializada enfrentan problemas más complejos y en muchos casos “devastadores”, por lo que “la implementación de un sistema de salud universal y gratuito busca mitigar esta carga económica garantizando que la atención médica sea un servicio accesible para todos”, pero además, que este tipo de servicio no debe estar condicionado por la capacidad socioeconómica de las familias, ni dependa del estatus laboral de los ciudadanos.
“Es esencial desmantelar estas barreras que impiden un acceso equitativo a servicios de salud de calidad, asegurando que cada ciudadano y ciudadana, independientemente de su situación financiera o laboral, tenga derecho a una atención médica digna y eficiente”, sostiene el INSP.
Con información de Sergio A. Bautista Arredondo, especialista en salud pública. Vía INSP.
