Por Denise Mondagrón.
Ciudad de México, 17 de septiembre de 2020.- Las autoridades han minimizado el impacto y el riesgo que representa el COVID-19 y no han proporcionado una explicación clara de por qué tantas muertes en México, declaró Luis Fernando Hernández Lezama, coordinador científico del Consejo de Alimentación y Hábitos Saludables, quien es parte de la red de especialistas de Soy Paciente.
«Trata de justificar el exceso de muertes por culpa de la alimentación es una salida fácil ante los diferentes factores que están provocando los decesos en la población. La medida tomada en Oaxaca ante los alimentos procesados es un claro ejemplo de ello», dijo.
De acuerdo con el doctor Lezama existen cuatro principales factores que deben considerarse para determinar la gran cantidad de muertes que está registrando México:
- No se aclara a la población vulnerable sobre los riesgos de contagiarse. No es una gripe cualquiera. Los casos tienen que atenderse desde el momento en que son detectados y darles seguimiento y atención de acuerdo a las condiciones específicas del riesgo que su condición de salud representa. Sin embargo, a la gente se le pide que permanezca en su casa a pesar de presentar síntomas.
- No se le enseña a la población en qué momento acudir al hospital. La atención hospitalaria debe recibirse desde el primer síntoma y no hasta presentar disnea (dificultad para respirar). La tardanza en recibir atención puede ser la diferencia para sobrevivir.
- Los protocolos de atención no son iguales en todas las unidades de atención médica, por lo que se reporta de los indices de letalidad.
- México es el país en el que más personal de salud ha fallecido y puede estar relacionado con el deficiente equipo con el que cuentan y el personal sanitario poco capacitado.
Precisó que «justificar la mortalidad por condiciones preexistentes no se sustenta, ya que otros países con altos índices de enfermedades crónicas reportan otros datos. Es una forma reduccionista de ver la situación, que deja de lado otras condiciones importantes a las que no les estamos dando la debida atención».
Es decir, que de acuerdo con el especialista, la pandemia no es sólo un tema médico sino que conlleva relaciones sociales y económicas, por eso es importante reforzar la figura de la seriedad del tema en el que se incluya a médicos, sociólogos, antropólogos y psicólogos, que hablen a diario del comportamiento de la epidemia en México.
«Tanto el presidente como el subsecretario de salud han trivializado la importancia y el impacto que tiene el uso del cubrebocas, tanto para evitar contagiarse como para prevenir dispersar el contagio, señalándolo como una medida de prevención poco efectiva, lo que da paso a la confusión y desinformación por parte de la población acerca de la importancia que el uso de este dispositivo tiene para la protección».
Asimismo, considera que los mensajes que emiten las autoridades de salud son confusos y poco serios. Se ha dejado de lado lo científico y se ha politizado la salud. Ante tal situación, considera importante sensibilizar a la población, así como educar al paciente, que este conozca cómo controlar sus enfermedades, que logre llevar un estilo de vida saludable. «La prevención es la clave», aseveró.
Por último, el experto hizo énfasis en el uso de cubrebocas, en el lavado de manos constante y en cubrirse los ojos con lentes o careta, siempre aplicando si es posible, distancia de cuando menos dos metros entre las personas, y si no es posible, no permanecer en zonas con gran afluencia de personas por más de 45 minutos.